Escribiendo
Ciencia ficción, fantasía, misterio, aventura, esos son los géneros por los que me muevo.
Ciencia ficción, fantasía, misterio, aventura, esos son los géneros por los que me muevo.
H. G. Wells, Robert E. Howard o Arthur Conan Doyle son algunos de los autores que he traducido.
Desde 2009 realizo labores de selección, edición, maquetación y diseño de portadas.
Una de las consecuencias de haber retomado mis paseos matutinos (además de, espero, ir perdiendo peso poco a poco) ha sido la de intentar ponerme al día con el montón de lecturas atrasadas que tengo… aunque sin leer ni una palabra. En los últimos años (desde poco antes de la pandemia) he descubierto que cada
1. PINTÁNDOME UNA DIANA Soy muy consciente, vista la forma irracional en la que se está tratando este asunto, de que al escribir este artículo me estoy pintando una diana en la frente. Y es algo que no deseo, de verdad. Me encantan la tranquilidad y el buen rollo. Pero… Pero hay ciertas cosas que
No es mi intención hablar de Howard como autor de ciencia ficción, aunque se podría defender la idea[1]. No solo porque escribió unos cuantos relatos (y una novela inacabada) que se pueden encuadrar sin problemas en el género, sino porque su fantasía, empapada de materialismo, a menudo era ciencia ficción más o menos camuflada, algo
En 1961, en las páginas del fanzine Amra, Michael Moorcock pide una denominación para el tipo de relatos que escribía Howard y sugiere (nunca he tenido claro si por ignorancia o por mala baba[1]) «fantasía épica», término inadecuado donde los haya para describir la narrativa fantástica del autor texano. Leiber responde poco después en la
A los veintipico años el libro que más veces había leído, con diferencia, era El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien. Mi segundo libro más leído posiblemente también fuese uno que guardaba relación con la Tierra Media, pero no lo había escrito Tolkien, sino un tal Robert Foster y se traba de
En 2018 empecé a escribir una novela que aún no tenía título pero a la que llamaba internamente «Mi Señor de los Anillos», como refleja el nombre de los archivos con las primeras versiones de la novela. No era fantasía (o literatura de lo maravilloso, según la clasificación más racional que propone Fernando Ángel Moreno
Es el cine, y no la literatura, el responsable de mi primer encuentro con Tom Sawyer; sospecho que gracias a la versión de 1938 dirigida por Norman Taurog (y dicen que George Cukor de tapadillo) y que debía de ser la que pasaban por la tele cuando yo era crío, allá por los años setenta.
He dicho más de una vez que cuando me puse a escribir lo que luego sería El hueco al final del mundo, simplemente eché a andar sin preocuparme demasiado de hacia dónde iba, en la confianza de que las cosas acabasen tomando la forma adecuada. Lo cual es cierto y, al mismo tiempo, es mentira.
Cada vez con más frecuencia, el estado de ánimo que me domina cuando estoy en las redes sociales es el mal humor. Me enfado con facilidad, me cuesta tolerar que se me lleve la contraria en cuestiones que veo clarísimas y que, eso percibo, son respondidas con argumentos ridículos y en general, al contrario de
Para Carolina y Marisa —Bien, señor Rodríguez. Hemos jugado a su juego y ha ganado. Creo que va siendo hora de que juguemos al mío. Aquello me pilló por sorpresa. Acababa de ligar los dos dieces que me hacían falta para un full y trataba de impedir que mis dedos empezaran a tabalear sobre la
Hace tiempo, mientras repasaba algunos de mis textos sobre mi saga holmesiana, di con un párrafo en el que decía, hablando de La sabiduría de los muertos: Así se publicó en 1996 La sabiduría de los muertos. Mi novela holmesiana, como pensaba entonces en ella. No tenía idea de que, casi diez años después, se convertiría tan
Soy fan desde el cine musical desde que tengo memoria. No tengo la menor idea de cuándo me aficioné a él, pero tuvo que ser muy joven, porque no recuerdo una época en que no me gustara. De hecho, la sensación que tengo es que mis géneros cinematográficos favoritos (además del musical habría que mencionar
Es curioso. Cuando menciono escritores que me han influido o que se cuentan entre mis favoritos, casi nunca hablo de Clarke, ni siquiera cuando me limito a los escritores de ciencia ficción. Y sin embargo Clarke fue una influencia muy temprana en mi vida de lector de CF, y bastante importante, sobre todo en mi