Muchos fans de Star Wars los odian. Me refiero a los midicloreanos, esas criaturas microscópicas que fueron introducidas por primera vez en La amenaza fantasma, descritas como simbiontes que viven en nuestras células y nos ayudan a conectarnos con la Fuerza y estar en sintonía con ella.
Al parecer, esos fans consideran que introducir ese concepto biológico es una traición a la idea original de la Fuerza, un campo de energía místico e inexplicable.
Sin embargo:
- La fuerza no fue descrita originalmente como algo místico.
- Aún cuando lo hubiera sido, los midicloreanos no suponen ninguna traición ni contradicción.
Veámoslo:
¿QUÉ ES LA FUERZA?
En la trilogía original hay varios personajes que hablan de ella; y, en efecto, algunos usan términos como «religión» o «campo de energía místico». Sin embargo, ¿quiénes son esos personajes? ¿Saben realmente algo de la Fuerza o los Jedi cuando hablan del asunto?
Tenemos a Han Solo que dice aquello de «ningún campo de energía místico controla mi destino». ¿Y qué sabe Han Solo de la Fuerza? Básicamente lo que ha oído por ahí en algún tugurio. Información tan fiable como las fake news. Puede que menos.
Luego está Tarkin, militar, gobernador, de mente cuadriculada y burocrática, como salta a la luz por su actitud desde el primer momento. Una mente fría de engranajes y poleas, podríamos decir. Y Tarkin le dice a Vader aquello de:
Tu viejo maestro seguramente ha muerto. Tú, amigo mío, eres todo lo que queda de vuestra antigua religión.
Tarkin ve a los Jedi como una religión. ¿Lo son? Sin duda tienen muchos de los usos, costumbres y rituales de una orden de monjes guerreros. Es una cuestión que no se resuelve del todo en las películas, en realidad. Sí queda claro que la Galaxia los ve como un tipo de orden religiosa, pero eso no significa que lo sean.
En todo caso, independientemente del tipo de organización que sean, ¿cómo ven la Fuerza?
He aquí lo que le dice Obi-wan Kenobi a Luke Skywalker cuando el joven granjero le pregunta qué es la Fuerza:
Se trata de un campo de energía generado por todas las criaturas vivientes. Nos rodea, penetra en nosotros y mantiene unidas las cosas.
Esta es la primera definición en toda la trilogía original proporcionada por una persona que, es de suponer, sabe lo que es la Fuerza, porque trata con ella a diario. Y está curiosamente ausente de ella cualquier término que invite a pensar en elementos mágicos, místicos o sobrenaturales. De hecho, Obi-wan habla como si describiese una quinta fuerza fundamental del universo, que habría que añadir a la gravedad, el electromagnetismo, la interacción nuclear fuerte y la interacción nuclear débil. Sus palabras no vienen del entorno de lo religioso-mágico, sino de lo científico-tecnológico.
¿Y qué dice Yoda, al que hay que suponerle un conocimiento más extenso de la Fuerza, en El imperio contraataca?
Me juzgas por mi tamaño. Y no deberías. Porque mi aliado es la Fuerza. Y un poderoso aliado es. La vida la crea y la hace crecer, nos penetra y nos rodea… ¡Seres luminosos somos! ¡No esta materia tosca!
Sin duda su explicación es más florida y poética que la de Obi-wan. ¿Tiene algún componente místico? Podríamos pensarlo por aquello de «seres luminosos somos», por esa idea de trascender la materia. Sin embargo, como sabe cualquier lector de ciencia ficción, se puede trascender la materia por medios que no tengan nada de místico.
(¿Se refiere ahí Yoda a los llamados «fantasmas de la Fuerza»? ¿Y qué son estos? ¿Tal vez pautas de información que imitan el proceso mental de los Jedi que se han «adentrado» en la Fuerza? ¿El equivalente a escala galáctica de la idea del transhumanismo de codificar la mente humana en un programa informático, en cierto modo?)
Si unimos ambas explicaciones (y son las únicas que, en la trilogía original dan personas que tienen un conocimiento íntimo de la Fuerza) parecería más lógico pensar en la Fuerza como algo físico, presente de forma mensurable en el universo, que como algo de origen mágico-sobrenatural.
Y si la fuerza es algo que está ahí por todas partes, que unos seres microscópicos hayan evolucionado para detectarla, comprenderla y manipularla y que se hayan vuelto simbióticos con el resto de las criaturas vivas no tiene nada de contradictorio ni es ninguna traición a la idea original, porque la idea original nunca fue algo místico.
Que los legos vean la Fuerza como algo mágico, por otro lado, me parece casi lógico. No creo que los Jedi se dediquen a hablar abiertamente de la naturaleza de la Fuerza. Y, ante la carencia de información, y vistas las proezas que pueden hacer, que los legos piensen en ello como algo sobrenatural es casi inevitable.
¿Y SI LA FUERZA FUESE DE ORIGEN MÍSTICO?
Aceptemos pulpo como animal de compañía por un momento y supongamos que, en efecto, la Fuerza es de origen místico.
¿En qué sentido traicionan los midicloreanos esa idea? ¿Cómo la contradicen?
En ninguno y de ninguna manera.
Somos criaturas biológicas, por muy mística que sea la Fuerza; y que nuestros medios para conectar con ella sean también biológicos (ya sea nuestra propia fisiología, ya la de un organismo simbiótico con nosotros) no tiene nada de extraordinario, ni de raro ni de chocante. Y en ningún momento afecta a esa supuesta naturaleza mística de la Fuerza.
Iba a terminar, pero mientras escribía he tocado sin querer otro de los caballos de batalla habituales en Star Wars:
¿SON LOS JEDI UNA RELIGIÓN?
Sin duda se comportan como una orden religiosa en muchos aspectos, como ya he dicho, incluyendo el voto de celibato (y digo celibato y no castidad con toda la mala idea del mundo).
Sin embargo, aunque eso haga que legos como Tarkin los identifiquen como una religión, no los convierte necesariamente en una.
Yo creo que no lo son, aunque estén usando muchos de sus mecanismos y rituales. De hecho, a juzgar por el comportamiento de los Jedi que vemos en los episodios I al III, me parece lógico pensar que juegan deliberadamente con esa idea de la religión y les gusta que los demás los perciban así a causa del «estatus» que eso proporciona, aunque no lo sean.
De hecho, me recuerda un poco esa idea que hay en Fundación, de Isaac Asimov, donde Trántor, para que sus vecinos caídos en la barbarie acepten mejor la tecnología que la Fundación les ofrece, la disfraza con ropajes y rituales religiosos. Sin duda para la gente de Anacreonte, lo que hace la Fundación es sobrenatural; para los habitantes Términus es su día a día y no tiene nada de extraño. O, como diría Arthur C. Clarke: «Toda ciencia lo bastante avanzada es indistinguible de la magia».
Pero, aunque fueran una orden religiosa, ¿implica eso que el objeto de su adoración, la Fuerza, es de origen místico? ¿Acaso no hay religiones en nuestro mundo que han adorado objetos físicos y mundanos y los han considerado mágicos y trascendentes?
CONCLUYENDO
Pues eso, que si te sientes estafado y traicionado por los midicloreanos, recuerda que eso solo se debe a que tú mismo, sin ayuda de nadie, has creado unas falsas expectativas. Lucas nunca definió la Fuerza como algo místico.
Aunque para mí fue evidente desde 1978, cuando vi la primera peli, que la Fuerza era algo físico y no mágico, puedo aceptar que Lucas dejó la cuestión en el aire, incluso que jugó a la ambigüedad, permitiendo que cada uno se crease su propia idea.
Si lo hizo así, eso le dejaba libertad suficiente para decantarse por lo que mejor le conviniese en el momento que creyese más oportuno.
Lucas nunca traicionó su idea original al crear los midicloreanos, siento decírtelo. La matizó y definió elementos que hasta ese momento estaban en el aire, y lo hizo de un modo coherente con lo que sabíamos.
Por supuesto, no voy a decir que no deberías enfadarte ni sentirte traicionado. Son tus emociones, son cosa tuya. Que tengas motivos válidos para ese enfado y esa decepción es otro tema; y la carencia de motivos objetivos para sentirnos ofendidos nunca ha impedido que nos sintamos así, por otro lado.
Solo que, en ese caso, nuestro enfado dice más de nosotros que del acto que, supuestamente, lo causó.
Un acto que, en el caso de Star Wars, no sucedió jamás.